viernes, 1 de octubre de 2010

Nunca segundas partes fueron buenas


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La película Manuale d’amore 2, del director italiano Giovanni Veronesi, en esta ocasión no ha logrado conquistar a su público.
En el año 2005, se estrenó Manuale d’amore, origen de este segundo estreno y película en la que se muestran las diferentes situaciones por las que pasa una pareja a lo largo de su vida de una forma cómica y dulce. Se trata de cuatro historias de amor y cada una de ellas representa una de las fases por las que pasan muchas parejas: «el flechazo», «la crisis», «la traición» y «el abandono».
Fue un filme muy aplaudido, donde el director supo reflejar bastante bien la realidad, mantener la atención de los espectadores, hacer que soltasen constantes carcajadas, que agarrasen bien la mano a su acompañante o le soltasen una tierna mirada de complicidad; consiguió que no dejasen de sonreír en ningún momento.
Podíais haberle preguntado a cualquier persona que la vio su opinión sobre la misma y, en general, sería similar: “me gustaría ver más películas así”.
Error.
Parece que el director escuchó sus plegarias y no supo llegar como se esperaba a la calidad de la anterior. Con esto, no quiero decir que no les recomiende verla, ya que se trata de una película que, aunque tenga minutos pesados que uno mismo haría desaparecer, tiene puntos graciosos y puede hacerles pasar un buen rato.
El problema está en que, si encima de no ser un “peliculón” ya has visto la primera, se tienen una expectativas demasiado altas de Manuale d’amore 2 y eso hace que al acabar de ver el filme nos quedemos con mal sabor de boca.
En esta ocasión, el director eligió cuatro situaciones muy diferentes bajo los títulos: “eros”, “maternidad”, “matrimonio” y “amor extremo”, sin olvidar el enlace entre ellas.
Muchos dirán que el hilo conductor de la película es el amor; yo difiero. Tan sólo en las dos situaciones intermedias podría hablarse de ello, viendo como en “maternidad” la pareja recurre a la fecundación asistida, aguanta y soporta los cambios hormonales de la mujer por compartir uno de los mejores regalos que la vida puede entregarte: un hijo; o como en “matrimonio”, donde una pareja gay decide casarse y formar una familia a pesar de las críticas o malos tratos que por ello han de sufrir. Esto sí puede considerarse amor.
Sin embargo, tanto en “eros” como en “amor extremo” creo que el amor no es lo que se relata, sino más bien el deseo sexual y la falta de respeto a tu pareja, reflejado en cada situación con una infidelidad. Y como no, las amantes son las actrices Mónica Bellucci y Elsa Pataky, dando a entender que si son chicas así nadie puede resistirse y es sin duda comprensible que se tenga que acabar la faena. Quizás para algunos eso es amor, pero para mí no. El amor es ahí donde se demuestra, ese es el momento en el que haces balance y muestras el respeto y la confianza que tienes a tu pareja. Da igual que se presente un Brad Pitt a tu puerta o una Angelina Jolie, que si estás enamorado/a, dirás que no. Pese a esto, hay que reconocer que ambas actrices, tanto Mónica Bellucci como Elsa Pataky, bordan sus papeles, mostrándose realmente seductoras y simpáticas.
Otro punto a favor, se podría decir que uno de los más importantes de esta película, es sin duda alguna la banda sonora. No tiene desperdicio, es dulce y bonita, una música que crea un ambiente relajado y conmovedor, transmitiendo a los espectadores multitud de sensaciones y despertando en ellos un gran romanticismo. Es excelente.
Pero no cabe duda de que una de las cosas más llamativas de la película es la crítica que se muestra hacia la sociedad y leyes italianas, así como la imagen de “libertad” que poseen los italianos de nuestro país. Esto puede verse reflejado en “maternidad” cuando la pareja decide llevar a cabo la fecundación asistida en un hospital de Barcelona o en “matrimonio” cuando la pareja gay habla de venirse a España para poder casarse y adoptar un hijo, como si aquí esos temas estuviesen ya asumidos como algo “normal”.
Y, sin embargo, por desgracia todavía no es así. Aunque es innegable que les sacamos una gran ventaja a nuestros compañeros italianos.
Desde luego, el guión, las historias o el humor y chispa que tanto conquistó a los espectadores con la primera película son más flojos en esta segunda. Nos encanta recibir cine italiano, ya que no suele ser de lo que más nos llega y generalmente nos trae excelentes obras, pero esta vez nos ha decepcionado.
“Eros es la fuerza primordial que domina al hombre llevándole por donde quiere, incluso arruinando su vida. Es una fuerza indomable, irresistible, que unida al deseo sobrepasa la voluntad individual de hombres y dioses. Eros, Eros como un sueño, Eros como un deseo, como una fantasía secreta…A veces basta una mano que se apoya involuntariamente sobre la tuya, un perfume extraño, una boca entreabierta, un escote, un botón mal abrochado...Todo eso es Eros, toma forma, se apodera de ti, te enciende...”

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