jueves, 23 de septiembre de 2010

Érase una vez el cine...

Hace ya más de 100 años que vimos cómo un tren parecía abalanzarse hacia unos privilegiados espectadores en un evento de París. Las imágenes de La llegada del tren a la estación (L'Arrivée d'un train a la Ciotat) no sólo marcarían el origen del cine, sino que convirtieron a los hermanos Lumiére en los creadores de una de las industrias más consolidadas del planeta.

Siguieron inteligentemente los pasos de Thomas Alva Edison y patentaron el cinematógrafo, aparato que permitía filmar fotografías en movimiento y proyectarlas. Sin embargo, a pesar del gran éxito que tuvieron sus cortometrajes, nunca concibieron su invento como una industria, sino como un mero negocio fugaz que aprovecharon para generar buena riqueza. Poco tiempo después, los Lumiére decidieron volcarse en el desarrollo de la fotografía a color, y dejaron el camino del cine libre a personas como George Mélies que lo transformaron por completo.

El ilusionista utilizó sus habilidades y conocimientos de magia para crear una especie de efectos especiales y finalmente captar las inmensas posibilidades que el invento ofrecía. Sin embargo, la técnica no conseguía resolver el problema del sonido, y así durante mucho tiempo las funciones se acompañarían de un piano y un relator.

Brevemente, hemos repasado los orígenes del séptimo arte, de ese género que vamos a tratar día a día en nuestro blog. Análizaremos los filmes de ayer y de hoy, centrándonos sobre todo en el cine Europeo. De esta forma, intentaremos encontrar las diferencias entre las industrias de cada país, interpretando las escenas más influyentes que ha dado el cine y ofreciendo una perspectiva clara y personal que hasta día de hoy, nadie ha comunicado.

Debido a la procedencia de su origen y en honor a sus creadores, la primera semana será dedicada al cine francés. Un cine caracterizado por el romanticismo, por la ternura; un cine bañado en la magia y en los sueños, y que tantas obras maestras nos ha dejado. Esperamos poder ofrecerles una imagen diferente del cine, y los más importante, lograr con nuestros relatos que se sumerjan en ese mundo lleno de pasiones, misterios, dramas... que nos brinda la gran pantalla.

Y ahora, les ruego tomen asiento, cojan sus palomitas y...


LUCES, CÁMARA, Y ACCIÓN!

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