Desde la sonorización del cine la música ha estado siempre vinculada a la gran pantalla, hasta el punto de resultar imprescindible.
¿Qué sería del cine de terror sin las clásicas piezas instrumentales que tantas veces nos han hecho temblar en la butaca? ¿Y de las tiernas melodías que acompañan a los protagonistas en sus romances y aventuras?
El séptimo arte nos deja un legado musical repleto de obras maestras.
¡Demos un paseo por la historia de las mejores bandas sonoras del cine europeo!
The Pianist, dirigida por Roman Polanski, me atreveré a decir que es una de las mejores películas que el cine europeo ha realizado. Llegó a la gran pantalla en el año 2002 y logró conquistar al público desde el primer día. Sólo hay que ver los diferentes premios y las numerosas nominaciones que este filme consiguió. O mucho más sencillo, ver la película. Increíble.
Polanski lleva a cabo una interpretación excelente y muy realista de lo que era el guetto de Varsovia, un lugar donde la muerte, la ausencia de derechos humanos y el sufrimiento adquirieron los papeles protagonistas, bajo el mando de la Segunda Guerra Mundial.
Es una fascinante forma de mostrarnos la crueldad nazi y el amor a la vida de los judíos, mostrando su dolor, esfuerzo y esperanza por salvarse. El director consigue llegar a los espectadores, les sensibiliza y emociona. Nos muestra los campos de exterminio de una manera espectacular, narrándonos todo bajo la experiencia personal de un pianista polaco y judío brillante llamado Wladyslaw Szpilman (Adrien Brody).
Ya tratamos hace unas semanas una película, formidable también, con una temática similar bajo el título español La vida es bella. No se hacen sombra. Cada una tiene su esencia y su forma de enfocar el tema, ambas acompañadas de unas bandas sonoras preciosas que cautivan al espectador en cada nota.
En esta ocasión, los escenarios del rodaje son variados: Reino Unido, Holanda, Francia, Alemania y Polonia. ¿Podríais decir cuál es el país menos conocido por la gran mayoría de vosotros? Nos os preocupéis. Ya lo digo yo: Polonia. Por ello, nos trasladaremos a su capital, fotografiaremos lo que a día de hoy es esta ciudad, prácticamente toda reconstruida debido a la Segunda Guerra Mundial, que decidió arrasarla. Buscaremos la forma de acercaros un poco más a la vida que ahora llevan nuestros compañeros europeos polacos e intentaremos mostrar escenarios llamativos e históricos, así como paisajes que el cine ha utilizado en sus películas, como en “The Pianist”.
Además, trataremos de informarnos sobre el Festival de cine europeo que se ha celebrado en la ciudad durante 10 días el pasado mes de octubre, donde se presentaron cerca dede 140 largometrajes y 70 cortometrajes provenientes de más de 50 países, uno de los eventos de cine más importantes del año desde 1985.
Quién sabe, quizá consigamos animaros a que algún día veáis con vuestros propios ojos ciudades como esta, con tanta historia escondida, y no sólo a través de películas tan maravillosas como es "The Pianist".
Un grupo de investigadores lleva a cabo un estudio psicológico en la Universidad de Stanford. Se trata de analizar la influencia de un ambiente extremo (en este caso una prisión) en las conductas desarrolladas por el hombre, y dependiendo de unos roles predeterminados: guarda o recluso.
Treinta años después, los alemanes trasladan la historia a la gran pantalla con “Das Experiment” (El Experimento), y lo hacen con todo lo que conlleva: violencia desmedida, abuso de la autoridad, pérdida de los derechos principales del ser humano… Desde luego, una película capaz de herir la sensibilidad de los más duros.
Lo que se trataba tan solo de un simulacro, de una forma de ganar dinero fácil, acaba siendo una experiencia que marcaría sus vidas para siempre, un juego fuera de control.
La vida en la Cárcel de Navalcarnero no se trata de ningún experimento. 1400 presos y 500 trabajadores comparten sus días allí.
La trabajadora del centro Myriam Ruíz nos ayuda a destapar los mitos que, durante siglos, el cine nos transmite a través de sus producciones.
